EL CLUB DE LOS OLVIDADOS (IX): AFONSO ALVES

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Una carrera marcada por un Heerenveen vs. Heracles en el que hizo siete goles y se ganó los titulares de toda Europa. Afonso Alves, imparable en los Países Bajos, se convirtió en el nuevo delantero de moda. El Middlesbrough no dudó: rompió el mercado invernal de 2008 y depositó una confianza infinita en el brasileño.

Cuentan las malas lenguas que Afonso Alves no terminaba de encajar en el vestuario de la Eredivisie. Se sentía frustrado. Era delantero internacional con Brasil, pero jugaba en un equipo de mitad de tabla en una liga menor. Los comentarios y las burlas de sus compatriotas le calaban hondo, mientras él seguía descosiendo redes por toda Holanda.

Alves había llegado al Heerenveen tras unos años sólidos en el Malmö, y en su primer curso en los Países Bajos firmó cifras escandalosas: 37 goles en 40 partidos. Ese rendimiento le valió un lugar en la Copa América 2007, que Brasil terminaría ganando. Fue habitual en el banco de suplentes de Dunga, pero su nombre ya empezaba a sonar en los grandes mercados.

Fue el tercer brasileño en consagrarse como Máximo Goleador de la Eredivisie, tras leyendas como Romario y Ronaldo. Se paseaba por los campos con la confianza del que sabe que los defensas le temen. Pero su falta de proyección hacia un equipo más grande le frustraba. Por eso, cuando en enero de 2008 llegó una oferta concreta, no lo dudó. Hizo las maletas rumbo a Inglaterra.

El Middlesbrough, asentado en la Premier y reciente finalista de la UEFA, necesitaba un nuevo artillero. Mark Viduka y Jimmy Floyd Hasselbaink ya no estaban, y Yakubu, que venía apuntando alto, se había lesionado de gravedad. El club apostó fuerte: puso unos 17 millones de euros sobre la mesa y fichó al jugador más caro de su historia. Ese que venía de meter siete goles en un solo partido ante el Heracles (9-0).

Pero la Premier le quedó grande. Tal vez las expectativas lo aplastaron desde el primer día. Llegó tocado físicamente, se perdió las primeras semanas, y nunca logró encajar del todo. Aun así, marcó seis goles en solo 11 partidos. Su ‘rush’ final ilusionó a la hinchada del Boro… aunque el cuento duraría poco.

La situación le terminó quedando grande. Y eso que Alves arrancó bien la temporada 2008/09, con goles y buenas sensaciones. Pero el Middlesbrough entró en una espiral negativa de la que no pudo salir. El equipo descendió… y tardaría siete años en volver a la Premier. El brasileño fue de más a muchísimo menos. El precio que había costado jugó en su contra: se esperaba una figura, un goleador imparable, y lo que se vio fue un jugador incapaz de sostener esa etiqueta.

Al final, firmó 13 goles en 49 partidos y se marchó por la puerta de atrás. Con el equipo en Championship, aceptó una oferta millonaria del fútbol qatarí. Allí apuró los últimos años de su carrera. Se retiró en 2015, con 34 años. Y nos dejó esa sensación amarga, la de haber visto más a un jugador que pudo ser… que a uno que realmente fue.

✍️ Diego García Argota

💻 Juani Guillem

🗓️ (18/09/2019)

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